domingo, mayo 12

El judaísmo y la riqueza

Eruvin 82a - 89a

¿Qué opina el judaísmo de la riqueza?
¿Hay que alejarse de la fortuna?
¿Es necesario hacer votos de pobreza?


Durante gran parte de la historia, la gran mayoría del pueblo judío se murió literalmente de hambre. Los recursos eran escasos, y muchos debían sudar más de la cuenta para llegar a fin de mes. De hecho, el Talmud registra en más de una oportunidad a sabios que podían participar de discusiones legalistas sólo en sus tiempos libres, ya que la semana debía ser dedicada a trabajar de lo que sea.

En consecuencia, la pobreza en la que vivía el pueblo judío (y gran parte de la humanidad también) no era elegida sino forzada. No había voto de pobreza sino falta de dinero.

Pero por otro lado, tampoco hay una exaltación de los recursos materiales. De hecho, la posición que parece cobrar vida en el Talmud hace de la riqueza un medio, no un fin. Tener los medios económicos da lugar a la realización de toda clase de acciones que sin ellos sería más difícil. En este sentido, el texto registra que Rabi honraba a los ricos y Rabi Akiva honraba a los ricos. No se ve - a priori - mal a quien tiene dinero.

Y sin embargo, rápidamente el Talmud agrega la exégesis a un versículo del libro de los Salmos (61:8), que da cuenta de que el honor a quien ha sabido amasar riqueza se restringe a quienes con esos recursos son capaces de actos de misericordia y amor. Sólo a partir del buen uso que se haga de la fortuna propia es que las personas son merecedoras de honor (o no). ¿Por qué? Porque, parafraseando al Salmo, sólo puede permanecer delante de Ds aquel que da de comer a quien no tiene, aquel que es benefactor de los necesitados, aquel que en su accionar cotidiano demuestra empatía con los demás. Esa riqueza trasciende, redime y ayuda a que este mundo reencuentre equilibrios perdidos.


La riqueza, por tanto, no es mala.
Son los ricos de cada generación, los que pueden transformar sus recursos en fuente de bendición, de compromiso y de continuidad.

¡HADRAN ALAJ KEITZAD MISHTATFIN!
¡VOLVEREMOS A TI KEITZAD MISHTATFIN!

PD: Entre las páginas 89a y 95a se extiende el noveno capítulo de Eruvin, del cual desgraciadamente no encontré nada interesante para compartir en este espacio. Razón más que suficiente para decir:

¡HADRAN ALAJ KOL HAGAGOT!
¡VOLVEREMOS A TI KOL HAGAGOT!

2 comentarios:

  1. Muchas Gracias Rabino, muy interesante como todo lo que comparte.

    ResponderEliminar
  2. Hola, ante todo daros la enhorabuena por el blog.
    Somos una librería especializada en cultrua judía, y queremos invitaros a que echéis un vistazo a nuestro libros, os encantarán.
    Un saludo
    http://www.hebraica.biz/tienda/

    ResponderEliminar