lunes, agosto 20

Ds, un león que ruge triste

Brajot 3a - 3b

Para los sabios del Talmud, el día también tenía 24 horas, aunque no todas las horas duraban lo mismo.
En primer lugar, el tiempo se dividía entre las 12 horas del día y las 12 horas de la noche. De aquí que lo que durara cada una de esas horas tenía que ver con la época del año en la que nos encontráramos. En verano las 12 horas del día eran más largas, mientras que en invierno ocurría lo contrario.
En consecuencia, si los sabios decidían definir parámetros temporales para la lectura del Shema en función a las horas del día, es importante entender que esos parámetros serán siempre relativos a la duración de las horas de luz de cada temporada.



Bajo el contexto de las horas de la noche hay que entender las reflexiones talmúdicas de la página que hoy nos convoca.
Habíamos leído ayer que de acuerdo a uno de los sabios - Rabi Eliezer su nombre - el Shema puede leerse hasta el final de la primera guardia. Pero lo que no se nos dice es cuántas guardias había por noche, razón por la cual los sabios intentan determinar si eran tres o cuatro. Si son tres, el Shema puede leerse hasta la cuarta hora de la noche; si son cuatro, hasta la tercera.

Sin embargo, en el discurrir de estos tecnisismos legales, los sabios talmúdicos aprovechan para introducir aspectos reflexivos que poco tienen que ver con decidir cuál es la ley. Es entonces que leeremos reflexiones sobre las noches del rey David, y también hará su aparición el profeta Elías, quien en el Talmud es un personaje celestial que cada tanto se revela en la tierra (recuerden que de acuerdo al texto bíblico Elías nunca muere ya que asciende al cielo en una carroza de fuego; pueden encontrar el relato aquí).



Entre las distintas perlas que propone el Talmud en esta página, la que quiero compartir con ustedes nos regresa a la noche en general, y a la noche de Ds en particular. Para los sabios, durante las noches Ds "ruge como un león," y en cada una de las guardias (que finalmente son tres y que al parecer tienen su correlato en los cielos) se pueden escuchar los ecos de un Ds afligido que dice: "Pobre de mis hijos, quienes por sus transgresiones me hicieron destruir Mi casa, quemar Mi santuario y exiliarlos entre las naciones del mundo."
Pensar en un Ds entristecido quien cada noche lamenta el difícil momento por el que pasa Su pueblo - Sus hijos - nos da la pauta de que estamos muy lejos de la descripción filosófica de la divinidad que podemos encontrar en la filosofía griega. En el Talmud, Ds es pensado desde otro lugar, como un ser lleno de sentimientos, lleno de Pathos. Ds no será el motor inmóvil, sino el más movilizado de todos los motores.

La tristeza de Ds en este pasaje del Talmud se explica por la destrucción que cayó sobre Jerusalem en el año 70 de la era común, a manos del Imperio Romano comandado por Tito. Desde ese momento, y más aun luego del año 135 cuando los judíos volvieron a revelarse con pésimos resultados, se fue perdiendo la autonomía política en el país, y comenzó una migración hacia otros centros, entre los cuales el de Babilonia fue el más importante de aquellos tiempos. No por casualidad, el Talmud que ahora estamos estudiando fue editado allí, fijándose su cierre en el siglo V, con revisiones y ediciones posteriores.

A la tradición judía no le incomoda pensar en un Ds con emociones, quien es afectado por lo que ocurre en la tierra. De aquí que la idea de pacto sea central en el judaísmo. Cada parte del pacto pone de lo suyo, aporta su propia particularidad y es responde a las actitudes de la otra parte. Pensar un Ds con estas características es también abrir la puerta al compromiso que cada uno de nosotros tiene de nutrir la relación que nos une con lo trascendente. Somos responsables del resultado, el cual depende de nuestra propia vocación de reparar el mundo y hacer de él un lugar cada día mejor.

Al fin y al cabo, aun cuando ruge por las noches, Ds sabe tan bien como nosotros que tarde o temprano termina por salir la luz.


2 comentarios:

  1. Rav, una curiosidad desde Bogota Colombia: Si un instrumento mecánico de medida, ¿Cómo hacían la división de las horas?, ¿Cómo la median?, ¿los arqueólogos han descubierto dicho instrumento o el mismo texto nos da pistas?

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    1. Hola Roberto,
      Gracias por escribir!
      Había formas de medir el tiempo en la antigüedad, y eso es conocido en distintas culturas ancestrales. Una vez que se medían las horas de luz con el correr de los años, sólo restaba dividir ese tiempo en 12, para contar con las horas de acuerdo a la medición de los rabinos.
      Saludos!

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