lunes, diciembre 31

Cuatro deseos para el año nuevo

Shabat 90b - 96a

De acuerdo al año judío, esta noche comienza el 19 de Tevet. Es decir, es un día más, tan importante como cualquiera del resto de los días del año. Sin embargo, parte central de los postulados del judaísmo progresista radica en promover la integración de los judíos en el ágora del espacio compartido sin por eso perder la identidad particular. Por lo tanto, mientras algunos optan por encerrarse en un ghetto físico y mental, la propuesta en la que yo creo tiene que ver con celebrar un nuevo año gregoriano desde mi particularidad judía.


En consecuencia, y para seguir fieles a este espacio de estudio y reflexión de diversos textos talmúdicos, quiero cerrar el año citando una frase correspondiente al décimo capítulo del tratado de Shabat, el cual casualmente terminé de leer hace un rato.

Se trata - al menos en una primera lectura - de una frase que raya entre lo excéntrico, lo misterioso y hasta lo bizarro. En resumidas cuentas, el Talmud nos enseña que:

"La Presencia Divina no mora sino en aquel que es sabio, héroe, rico y alto."

Que conste: Me encantaría frenar en este punto y preguntarles por primeras reacciones, por aquellas sensaciones que hayan tenido y que no hayan podido pasar por el tamiz de la razón. ¿Qué les pareció esta frase?

A mí al principio me hizo ruido... y eso que mido 1.83 mts :)
Sin embargo, la idea de limitar la compañía de Ds a quienes son altos, adinerados y poderosos se me hace no sólo contraintuitiva sino nociva y peligrosa. Y así me sigue pareciendo.

Aun así, creo que se puede leer la frase de otra manera, apelando a la clave de los buenos deseos para el nuevo año que estará comenzando en pocas horas. Tal vez, y sólo tal vez, lo que la frase nos quiere legar es una hoja de ruta para que el próximo ciclo sea aun mejor que el que está finalizando:

~ Que el 2013 sea un año de sabiduría, en el cual aprendamos de nuestros aciertos y  nuestros errores, y en el cual sepamos nutrirnos de nuestras experiencias para ser más comprensivos con quienes nos rodean y con nosotros mismos.

~ Que el 2013 sea un año de heroísmo, entendido como la capacidad de animarnos a jugarnos por nuestros sueños e ideales, pudiendo dejar a un costado aquellos miedos que a veces nos paralizan y no nos permiten avanzar.

~ Que el 2013 nos traiga riqueza, no solamente en términos monetarios (que nunca están de más) sino en razón de desafíos, relaciones y oportunidades de crecimiento en lo personal, familiar y laboral.

~ Que el 2013 nos haga más altos, no en centímetros, sino en la posibilidad de ver todo aquello que nos pasa con mayor y mejor perspectiva, dándonos al mismo tiempo la chance de elevarnos por sobre lo que somos aspirando a ser y hacer siempre un poquito más.

Todo ciclo que se cierra es una buena oportunidad para ejercitarnos en revisar el balance de nuestra propia existencia. En las últimas horas de este 2012, entre copas que se llenan y familias que se reúnen, no dejemos de darnos un tiempo para pensar en dónde estamos y en dónde queremos estar, ya que esa es la única manera de trabajar con constancia por lograr la mejor versión de nosotros mismos, aquella versión que nos posibilita encarnar en actos concretos y cotidianos la presencia de lo divino y trascendente que anida en cada uno de nosotros.

Shana Tova!
A guit yiur!
Anyada buena!
Buen año!


¡HADRAN ALAJ HAMATZNIA!
¡VOLVEREMOS A TI HAMATZNIA!

1 comentario:

  1. Muy bueno lastima que solo soy alta, uf lo demas me falta. Felicidades!!!

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