domingo, septiembre 2

Dime qué pides y te diré quién eres

Brajot 16a - 16b

En la página de hoy (16b-17a), el Talmud nos regala el registro de las plegarias personales que algunos sabios decían al finalizar sus oraciones. Leer cada una de ellas nos abre la puerta a mundos particulares, en donde si prestamos atención podremos dar cuenta de los diversos valores y sentidos que articulaban la visión teológica de cada uno de ellos.

Asimismo, quiero compartir con ustedes todas estas plegarias personales para invitarlos a que puedan ejercitarse en la capacidad de construir sus propias oraciones, dando cuenta de aquello por lo que quisiéramos agradecer y de aquello por lo que quisiéramos pedir.

Más aun: Mi invitación no se restringe solamente a quienes creen en Ds. Desarrollar la capacidad de agradecer y dar cuenta de aquello que queremos para nosotros y los nuestros es un ejercicio que nos une en nuestra humanidad. Basta sólo pensar en nuestros pedidos para dar cuenta de quienes somos.

Estas son las plegarias personales registradas en el Talmud:

Rabi Eliezer: "Sea Tu voluntad, Ds nuestro, que hagas habitar en nuestro destino el amor y la hermandad, la paz y el compañerismo. Incrementa nuestras fronteras con alumnos y haz que nuestro final sea próspero y esperanzador. Danos una porción en el Jardín del Edén y concédenos un buen amigo y la inclinación para hacer el bien en Tu mundo. Que al levantarnos temprano por la mañana veamos cumplidos los deseos de nuestro corazón para temer reverencialmente a Tu nombre y que lleguen hasta ti los anhelos de nuestra alma para bien."

Rabi Iojanan: "Sea Tu voluntad, Ds nuestro, que mires nuestra vergüenza y atisbes nuestra maldad, y puedas vestirte con Tu amor maternal, cubrirte con Tu fuerza y envolverte con tu piedad, ceñirte con Tu gracia, y que vengan a Ti los atributos de Tu bondad y gentileza."

Rabi Zeira: "Sea Tu voluntad, Ds nuestro, que no pequemos y no nos avergoncemos ni generemos desprecio a nuestros patriarcas."

Rabi Jia: "Sea Tu voluntad, Ds nuestro, que la Tora sea nuestra vocación, que no se enferme nuestro corazón ni se nublen nuestros ojos."

Rav: "Sea Tu voluntad, Ds nuestro, darnos una larga vida, una vida de paz, una vida de bien, una vida de bendición, una vida de sustento, una vida de vigor, una vida en la que temamos la transgresión, una vida sin vergüenza ni desprecio, una vida de riqueza y honor, una vida en la que tengamos amor por la Tora y temor reverente por el Cielo, una vida en la que se cumplan todos los anhelos de nuestros corazones para bien."

Rabi: "Sea Tu voluntad, Ds nuestro y de nuestros padres, salvarnos de los insolentes y de las insolencias, del hombre malo, de la mala suerte, de la inclinación a hacer el mal, de un mal compañero, de un mal vecino y del acusador (Satán) destructivo, de un mal juicio y de un mal juez, tanto si es parte del pacto como si no lo es."

Rav Safra: "Sea Tu voluntad, Ds nuestro, que hagas la paz en las huestes del Cielo y en las huestes de la Tierra, y entre los estudiosos que se ocupan de Tu Tora tanto si lo hacen por la Tora misma o por un motivo distinto. Y que aquellos que se ocupan de la Tora por un motivo distinto a ella, sea Tu voluntad que terminen ocupándose de la Tora por la Tora misma."

Rabi Alejsandri: "Sea Tu voluntad, Ds nuestro, ubicarnos en una esquina iluminada y no en una esquina oscura, que no se enferme nuestro corazón ni se nublen nuestros ojos. Señor del universo: Sabido es anti Ti que nuestra voluntad es hacer Tu voluntad, ¿y qué es lo que nos frena? La levadura en la masa (la inclinación a hacer el mal) y la esclavitud entre las naciones. Sea Tu voluntad salvarnos de ellas para poder volver a cumplir con las leyes de Tu voluntad con un corazón completo."

Raba: "Ds mio, hasta que no fui creado no era digno, y ahora que fui creado es como si no hubiera sido creado. Polvo soy en mi vida, más aun lo seré en mi muerte. Delante de Ti soy como un recipiente lleno de vergüenza y confusión. Sea Tu voluntad, Ds mio, que no peque más, y aquello sobre lo que he transgredido bórralo con Tu extenso amor maternal, pero que no sea a través de sufrimiento y dolencias."

Mar, el hijo de Rabina: "Ds mio, guarda mi lengua del mal y mis labios de hablar engaños. Que mi alma quede en silencio frente a los que me calumnian y sea como el polvo para todo. Abre mi corazón hacia Tu Tora, y que mi alma persiga Tus preceptos. Sálvame de la mala suerte, de la inclinación a hacer el mal, de una mala mujer y de todos los males que ocurren y vienen al mundo. Y todos los que piensan mal de mi, anula rápidamente sus consejos y frustra sus designios. Sean agradables las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, Ds, mi roca y mi salvación."

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