jueves, septiembre 13

Rebelión en la escuela

Brajot 27a - 28a

Hay relatos talmúdicos que son simplemente fascinantes.
Entre otras razones, son fascinantes porque nos abren la puerta a un mundo que, emplazado hace mil novecientos años atrás, nos muestra situaciones y actitudes propias de nuestros tiempos. Peleas, celos, reconciliaciones. Modelos contrapuestos de ver la vida que chocan irremediablemente. Las historias talmúdicas, como tantas otras historias, encarnan la condición humana en forma de relato.

ESCENA 1
Ocurrió que un alumno se presentó delante de Rabi Ioshua.
Le dijo: ¿La plegaria de la noche es optativa u obligatoria?
Le respondió: Optativa.
Fue [el alumno] delante de Raban Gamliel.
Le dijo: ¿La plegaria de la noche es optativa u obligatoria?
Le respondió: Obligatoria.
Le dijo: ¿Acaso Rabi Ioshua no dice que es optativa?
Le respondió: Espera a que ingresen los estudiantes a la Casa de Estudios.
Comentario: Una vez más el Talmud nos muestra el estado líquido - por usar palabras de Zygmunt Bauman - de la ley judía en estos tiempos. Todavía no queda claro si el rezo nocturno es obligatorio u optativo. No obstante, aquí el punto importante es que Raban Gamliel es el director de la Casa de Estudios y la figura rabínica más influyente de aquel entonces. Por tanto, aun si la ley todavía no está definida, ¿es posible enfrentarse y disentir con aquel que detenta el poder? ¿Lo permitirá?

ESCENA 2
Cuando ingresaron los estudiantes se levantó el que había hecho la pregunta e inquirió nuevamente: ¿La plegaria de la noche es optativa u obligatoria?
Le respondió Raban Gamliel: Obligatoria.
Le dijo Raban Gamliel a los sabios: ¿Acaso hay aquí algún hombre que disiente en este tema?
Le dijo Rabi Ioshua: No.
Le respondió [Raban Gamliel]: ¿Acaso no me han dicho en tu nombre que dices que es optativa?
Le dijo [Raban Gamliel]: Ioshua, ponte de pie y que den testimonio sobre ti.
Se puso de pie Rabi Ioshua y dijo: Si yo estuviera vivo y [el testigo] muerto, el vivo puede negar al muerto. Pero ahora que tanto yo como él estamos vivos, ¿cómo puede el vivo negar al vivo?
Raban Gamliel estaba sentado y enseñaba, mientras que Rabi Ioshua se quedó de pie [como castigo por su insubordinación].
Hasta que todo el pueblo habló y le dijo a Jutzpit el traductor: ¡Frena!
Y frenó.
Comentario: Raban Gamliel aprovecha la oportunidad para dar cuenta de quién es el que manda. Si prestan atención, verán que al hablar con Rabi Ioshua no lo llama "Rabi," quitándole de esa manera su investidura. Pero lo interesante es que cuando Raban Gamliel busca exponer a quien osa pensar distinto, Rabi Ioshua prefiere evitar la contienda. Posiblemente en su pragmatismo sabe que no hay forma de que la discusión terminé bien, o que la balanza se incline a su favor. Raban Gamliel parece saberlo también, ya que lo presiona hasta que Rabi Ioshua confiesa su disidencia. Que el sabio deba permanecer de pie mientras la clase continua con todo el mundo sentado es testimonio de la exposición y humillación a la que es condenado. Pero, ¿es posible seguir así para siempre?

ESCENA 3
Dijeron [los presentes]: ¿Hasta cuándo seguirá ofendiendo [Raban Gamliel a Rabi Ioshua]? Ya en Rosh haShana lo humilló. Y también con lo que ocurrió con el caso de los primogénitos y Rabi Tzadok lo humilló. Ahora también lo está humillando. ¡Quitémoslo de su puesto!
Comentario: El Talmud nos cuenta que no es la primera vez que Raban Gamliel ofende a Rabi Ioshua. Sin entrar en los detalles de las otras humillaciones, podemos ver que aquí hay un patrón que se repite: Aquel que es poderoso aplaca a los disidentes exponiéndolos y maltratándolos. Pero eso no es sano para ningún sistema, y menos para la estrcutura que se supone que está encargada de definir cuál será la ley judía y la manera en la que los judíos buscarán santificar sus vidas. ¿Puede un déspota ser líder de un emprendimiento tan importante para el judaísmo? ¡Por supuesto que no! Empieza la revolución...

ESCENA 4
¿A quién pondremos en su lugar?
¿Si ponemos a Rabi Ioshua? Él es parte del conflicto.
¿Si ponemos a Rabi Akiva? Tal vez lo castigue [Raban Gamliel] ya que no tiene antepasados prestigiosos.
¿Si ponemos a Rabi Eleazar ben Azaria? Es sabio, rico y es la décima [generación] de Ezra [el escriba]. Es sabio, así que si le hacen preguntas difíciles las podrá resolver; es rico, así que si tiene que negociar en casa del César puede hacerlo; y el la décima [generación] de Ezra, así que tiene antepasados prestigiosos y no pueden castigarlo por falta de ellos.
Comentario: La elección del sucesor es interesante de por sí. Primero porque al parecer se trata de un proceso democrático, en el sentido de que los sabios se dedican a deliberar quién es el que puede ocupar ese puesto tan prestigioso. El elegido será casi un tapado: alguien que no es uno de los sabios más reconocidos de su generación, pero quien tenía - además de sus conocimientos - tres puntos importantes a su favor: tenía recursos para no tener que trabajar y dedicarse a tiempo completo a la tarea de enseñar pero también de negociar con el poder romano (¡el líder de la Casa de Estudios era también el líder del pueblo y el responsable de lidiar con las autoridades romanas!), tenía antepasados de renombre y no había estado involucrado en la pelea: En lugar de elegir a la oposición a Raban Gamliel, la decisión será más inteligente, buscando un tercero que de lugar a una futura reconciliación entre Rabi Ioshua y Raban Gamliel.

ESCENA 5
Fueron y le preguntaron [los sabios a Rabi Eleazar ben Azaria]: ¿Quisiera nuestro maestro ser el director de la Casa de Estudios?
Les respondió: Iré a consultarlo con mi familia.
Fue y pidió consejo a su mujer.
Le dijo [ella]: Tal vez te vayan a quitar del puesto también a ti.
Le respondió: Que use el hombre por un día un vaso costoso y que luego se rompa.
Le dijo [ella]: No tienes canas.
Aquel día tenía [Rabi Eleazar] dieciocho años. Ese día le ocurrió un milagro y dieciocho filas de su cabello se encanecieron.
Por esto dijo Rabi Eleazar ben Azaria: Parezco yo de setenta años.
Comentario: Rabi Eleazar da cuenta de su sabiduría desde el primer momento en que lo invitan a suceder a Raban Gamliel: Antes de tomar cualquier decisión lo platicará con su familia, y en especial con su mujer. Y aun cuando podemos ver que él quiere el puesto más allá de los miedos que su esposa deja entrever, no deja de ser meritorio un sabio que en una sociedad tan patriarcal deja esperando a sus colegas para consultar las cosas importantes en su casa. Más allá de eso, Rabi Eleazar también nos enseña lo importante de poder disfrutar de aquellos buenos momentos que nos da la vida, más allá de saber que nada es para siempre.

ESCENA 6
Aquel día [en que corrieron a Raban Gamliel] quitaron al cuidador de la puerta y le dieron permiso a los alumnos para que ingresen. Ya que Raban Gamliel solía decretar y decir: Todo alumno cuyo interior no refleja su exterior que no entre en la escuela [...]
Comentario: La revolución lleva a cambiar las reglas del juego de la institución educativa: Ya no habrá más guardia en la puerta que niegue el ingreso a nadie. Todo aquel que quiera estudiar podrá hacerlo. La escuela ya no será solamente para alumnos impecables, sino que todos podrán acceder allí a fin de mejorar cada quien en su propio nivel.

ESCENA 7
Se entristeció Raban Gamliel.
Dijo: Tal vez evité [con mi modelo] que la Tora [llegue] a Israel.
Le mostraron en un sueño vasijas blancas llenas de polvo [dando a entender que los nuevos alumnos no valían el esfuerzo].
Pero no era así, sino que aquel sueño fue para consolar [a Raban Gamliel]. [...]
Comentario: Raban Gamliel empieza a caer en la cuenta de sus propios errores. Todavía es temprano para hablar de arrepentimiento, pero su tristeza da cuenta de la capacidad de este sabio de revertir posiciones y cambiar. Por otro lado, el sueño "mentiroso" que intenta consolarlo parecería reforzar la idea de que no siempre la verdad es el valor supremo, y que la dignidad de las personas está por encima de tener la razón. Quizá ese énfasis en la propia dignidad de Raban Gamliel lleve al sabio a buscar una futura reconciliación con Rabi Ioshua.

ESCENA 8
No hubo en aquel día ley dudosa que no se defina en la Casa de Estudios. Y ni siquiera Raban Gamliel se ausentó de la Casa de Estudios aunque sea por una hora.
Comentario: Seguimos viendo los efectos del cambio de modelo. Todas las leyes que antes quedaban en el limbo de la incertidumbre fueron resueltas y definidas. Paradójicamente (¡o no!), ahora cuando ya no hay nadie que haga un ejercicio casi déspota del poder, se puede apelar a las mayorías para dictaminar la ley.

ESCENA 9
En aquel día se presentó Iehuda, un prosélito de Amón, delante de ellos y les dijo: ¿Puedo sumarme a la congregación [de Israel]?
Le dijo Raban Gamliel: Está prohibido que te sumes a la congregación.
Le dijo Rabi Ioshua: Está permitido que te sumes a la congregación [...]
Le permitieron sumarse a la congregación.
Comentario: ¡Siguen los cambios! Ahora no solamente que Rabi Ioshua no tiene miedo de disentir con Raban Gamliel, sino que los sabios no tienen problema en decidir que la ley se dictamine en contra del ex director. Ahora que ya no detenta el poder, Raban Gamliel es uno más, y aun cuando puede manifestar su opinión, eso ya no significa que su voz sea infalible.

ESCENA 10
Dijo Raban Gamliel: Siendo que así son las cosas iré a reconciliarme con Rabi Ioshua.
Cuando llegó a su casa, vio que las paredes eran negras.
Le dijo [Raban Gamliel a Rabi Ioshua]: De las paredes de tu casa veo que trabajas con carbon.
Le respondió: Pobre la generación que te tiene como su líder, ya que no conoces los sufrimientos de los estudiosos, no sabes de qué viven y cómo consiguen su comida.
Le dijo [Raban Gamliel a Rabi Ioshua]: Te lastimé. Perdóname.
No le prestó atención [Rabi Ioshua a Raban Gamliel].
[Le dijo:] Hazlo en honor a mi padre.
Lo perdonó.
Comentario: En esta última escena, Raban Gamliel finalmente entiende que tiene que ir a disculparse con Rabi Ioshua. Pero el Talmud da cuenta de la brecha entre Gamliel y sus alumnos al dar testimonio de que el líder de su generación no sabía nada de sus alumnos. Mientras que él no tenía problmas de sustento y manutención, tampoco daba cuenta de que otros podían pasar hambre y penurias, y que además de dedicarse al estudio debían procurar el pan de cada día. Sin embargo, Rabi Ioshua lo termina perdonando, lo cual no deja de ser un buen mensaje para estos días previos al inicio de un nuevo año en la tradición judía: El problema no está en pelearnos y disentir, sino en perder la capacidad de aceptar que el otro pueda pensar distinto. Raban Gamliel tuvo que ser expulsado de su puesto para dar paso a este proceso de cambio. A veces parecería ser que sólo frente a situaciones límites nos disponemos a cambiar. Tal vez el mensaje del relato talmúdico sea que no es necesario esperar hasta último momento para modificar las actitudes que nos terminan causando más daños que beneficios.

El Talmud continua algunas líneas más con la historia, y nos narra la forma en que los sabios aceptaron regresar a un Raban Gamliel arrepentido y cambiado a su puesto de liderazgo sin por eso humillar ni ofender a Rabi Eliezer. Pero por el momento prefiero terminar el relato aquí, con la búsqueda de reconciliación de Raban Gamliel, y el gesto de un perdón sincero por parte de Rabi Ioshua.

5 comentarios:

  1. buenisimo! Me gusto mucho el concepto de "Ley dinámica" que tanto le cuesta aceptar a gran parte de nuestro pueblo. Curiosamente el dinámismo de nuestros primeros rabinos se fue congelando con los códigos de Ley. Muchas veces digo esto y me miran mal pero estoy convencido que si bien la imprenta nos ayudo enormemente también congeló el proceso oral de discusión. El libro impreso se convirtió para muchos de nuestros rabinos en la autoridad final ya que dentro del mismo (a diferencia de los manuscritos) no se pueden insertar mas comentarios!

    Lo mismo ocurre con el concepto del maestro y su dinamismo: el mejor maestro no es el que intenta mostrar que "sabe todo" sino el que se equivoca, aprende cosas nuevas y cambia. Definitivamente creo en la relación buberiana para el maestro...y muchas veces con Dios.

    En pocas palabras, lo dinámico, lo que cambia, lo que se ajusta a lo que acontence era la esencia, a mi gusto, de la existencia judía. Con el paso del tiempo ciertos grupos se atribuyeron el mito de ser "los elegidos y portadores de la Verdad de Dios" y si bien mantienen ciertas cosas que otros dejan, también congenlan el dinamismo de la Ley y la tradición Judía.

    Y lo curioso es que cuando estos portadores de Verdad leen estos textos no pueden ver el proceso democrático que está implicito!

    Gracias por estas perlas del Talmud!
    Shana Tova!
    Diego.
    PD. El tema del lider religioso como lider político sucede hasta la Modernidad Temprana cuando lentamente surge el "secularismo" y finalmente está instalado en nostros en forma hoy total y de hecho vemos como algo malo que un "rabino tambien haga politica".
    Solo basta estudiar la historia de Saadia Gaon con David ben Zakai para darse cuenta que este tema de religión vs poder politico o control comunitario es mas viejo que las piramides de egipto ;)

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    1. Hola Diego!
      Coincido plenamente con lo que escribís.
      Dos aportes:
      1) Hablando de la Tora Oral, el Rebbe de Kotzk decía que la verdadera Tora Oral nunca fue escrita. De alguna manera es como el Tao: El Tao que puede decirse no es Tao. Hay algo que siempre queda por fuera de la imprenta, por fuera de lo canonizable, y es lo que a la postre genera aperturas para seguir interpretando.
      2) Sobre los maestros y el aprendizaje, vale la pena leer "El maestro ignorante" de Jacques Ranciere.
      Un abrazo y lo mejor para este nuevo año, que allí por Hong Kong llegará varias horas antes que a Guadalajara! :)

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  2. Gran relato! Pobre Rab Gamliel, parece que le paso algo muy comun, que es creer que la escalera del conocimiento, el estudio y la observancia es una escalera donde estamos todos y algunos estan mas arriba que otros.
    Creo que esa escalera es individual y cada uno va subiendola en la medida que puede, aunque uno si puede ayudar a otros a subir en su camino individual y eso es de lo mejor que nos puede pasar.

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    1. Totalmente!
      Abraham J. Heschel usaba también la metáfora de una "escalera de la observancia" en donde cada quien va a su ritmo y sube de acuerdo a sus posibilidades. El tema es no caer en el juego de medir al resto o ser medidos en relación a la vara de los demás.
      Abrazo y buen año!!

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  3. Que buena interpretación que hacen sobre el dinamismo y la canonización de la halaja pos imprenta. Felicitaciones

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